Tras triunfar con su escuela-taller y su restaurante, Mey Hofmann se embarcó en el 2008, precisamente en el Born -zona que albergó anteriormente ambos establecimientos, ahora ubicados en la zona alta- en un nuevo proyecto gastronómico que desprende aromas de chocolate y mantequilla. Se trata de la pastelería Hofmann, ubicada junto a la basílica de Santa Maria del Mar.
El establecimiento, de aires provenzales, está decorado en tonos lilas y pistachos e invita a entrar no sólo por su cuidada y coqueta decoración, sino por los aromas que desprende y por el colorido de sus escaparates. Entrar en Hoffman es adentrarse en un mundo de pasteles y tartas originales, de diferentes texturas y vivos colores, ideales para cualquier celebración, o simplemente para darse un goloso capricho.
Galletas, pasteles (incluidos los de boda), tartas, canapés, tabletas de chocolate, mermeladas y hasta el mejor croissant artesano de mantequilla del 2010 (galardón que otorga cada año por Navidad el gremio de pastelería de Barcelona), se dan cita en esta pastelería que no deja de sorprender e innovar añadiendo constantemente nuevos productos, como las sardinas en lata de chocolate y praliné, a su ya extensa oferta.